sábado, 26 de mayo de 2012

Un viernes en la madrugada


Como comienzan las historias? Normalmente con un lugar y un tiempo, mi lugar y tiempo es un viernes en la madrugada. Uno siempre camina con las puntas cuando algo significa peligro o cuidado. Y con esas puntillas entre en una noche de Luna febril al camino de unos labios divinos.
Una vez roto el vidrio, a uno ya no le importa arrastrar los pies. Y así salgo de ese camino hoy, notando los vidrios en el suelo, descalzo, con los pies sangrantes y sin miedo ya a cortarme.

Nunca hay que entrar a un juego donde en las reglas esta establecido que vas a perder. Siempre establecemos estas reglas, estos estatutos que nos determinan como va a ser el camino. Llamese etiquetas, reglas, acuerdos, contratos y demás. Aunque suene cursi el corazón no tiene reglas, no le importa si se estableció un parámetro de comportamiento. Solo siente. A veces tanto, que rompe todas las reglas. Y que son las reglas sino la mera vanidad de creer que controlamos las cosas? Que son la reglas? Si no una manera débil y falaz de proteger nuestra maltrecha alma.

Este viernes salí del camino de una mujer, para probablemente nunca volver a caminar en el. Seguramente seguiré contemplando ese camino por muchos años mas, viéndola crecer, desarrollarse y convertirse en eso que seguramente se convertirá. Este viernes por la noche retomo mi camino solitario y dedico estas palabras para eso que pudo ser y no fue. Dedico estas palabras a esta dulce agonía que es estar enamorado de unos besos sin igual.

Este viernes en la madrugada me prive de un futuro lleno de esos labios, en pos de seguir buscando esta interminable contienda de ser... Este viernes renuncie al aroma mas dulce que ha perfumado mi almohada... tu esencia.
It is what it is...

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