lunes, 9 de junio de 2014

La vida en el tropico II

It is what it is...

Un día en el malecón. Nada mas Cancunense clase-mediero con ínfulas de clase alta baja que pasearse por tiendas de ropa, relojes, celulares, joyería, perfumes y electrónicos de lo mas triviales para sentir que la vida tiene un sentido y propósito. No adjudico ningún tipo de característica particular a esta pretenciosa plaza comercial que la diferencie de una plaza satélite, Santa Fé o Antares en el DF o Guadalajara o Monterrey, para nada. Pero si hay una diferencia radical: Las chanclas.

No importa tu estatus económico, tu ideología política, tu religión p preferencia sexual, nada te diferencia del otro ser humano en pos de gastarse la quincena cuando se trata de las chanclas en Cancun. Son ambivalentes, imparciales y sin prejuicios. Calzan al pobre, al rico, al fresa, al emo, al hipster, al naco, al estirado y hasta al hippie. Y nadie se escapa de usarlas en este pequeño paraíso de temperatura infernal que es Cancun.

Y eso es lo que tiene esta bendita ciudad, eventualmente, sin importar tus modas y prejuicios socio-economicos, vestirás unas chanclas en tus pies. Es como el mar. Todos los caminos en esta tropical vida te llevan al mar, a bañarte, relajarte, sobreponerte, limpiarte y admirar su verde infinidad. Todos los caminos de esta ciudad eventualmente llevan al imponente y llenador mar... preferiblemente si vas caminando el camino en chanclas.

Así es la vida en el trópico.

O si hablan ingles..

Such is life in the tropics.

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